Ante la violencia policial contra los estudiantes de Valencia que protestan en la calle contra los recortes en educación, desde Foro de Estudiantes de Derecho mostramos nuestra repulsa y nos sumamos a las movilizaciones convocadas para mañama 23 de febrero en todo el estado en apoyo a los estudiantes valencianos que están en lucha. En Málaga, la concentración tendrá lugar a las 12:00 h en la puerta de la Facultad de Psicología y Educación.
Desde nuestra facultad haremos un cortejo hasta la facultad de Psicología.Nos reuniremos a las 11.30 en el Hall .
Hola, soy valenciana, concretamente de Burriana (provincia de Castellón) esta tarde hay una reunión de juntas de AMPA, me he enterado por casualidad y esta es la carta que he escrito para que si es factible se pueda leer en esa reunión. Creo que mi ciudad está dormida y que los padres y madres no estamos haciendo (y me incluyo) todo lo que podríamos hacer.
ResponderEliminarCarta de una madre
Soy mamá de una preciosidad de chica de 13 años, actualmente cursando 2º de ESO en el IES Llombai y que ha estudiado toda la Primaria en el CEIP Josep Iturbi y de un bombón de niño de 3 años que acaba de empezar el cole en el CEIP Novenes de Calatrava.
Mi marido y yo, nos consideramos afortunados. No por tener un trabajo, porque el trabajo es un derecho; no por tener un techo, porque acceder a una vivienda digna también es un derecho; sino porque nuestros hijos están recibiendo una educación lo más coherente posible con nuestra manera de vivir.
Me considero apolítica y aconfesional, porque me niego a etiquetarme en mi forma de ver y entender la vida. Yo, creo en las personas, independientemente de credos y estamentos y así estoy educando a mis hijos.
Mi prioridad a la hora de educar es hacerlo en valores, tales como: la responsabilidad, la solidaridad, la igualdad, el esfuerzo, el compañerismo… y por esta razón en algunos momentos me sentí y me siento todavía a veces, como una madre diferente, pero nunca voy a renunciar a estos principios.
En estos últimos días me siento más comprometida con esta sociedad que les estamos dejando en herencia a nuestros hijos, dónde al parecer prima más el “si yo estoy bien, todo bien” que el “si yo estoy bien, puedo hacer que todo lo demás también lo esté y mejore”.
Me siento orgullosa de esos chavales que están movilizando España entera y que tan solo tienen un par de años más que mi hija. Pienso que la juventud es el futuro y no todos son ni-ni como me demostraron en la asamblea-foro-encierro del lunes pasado en el IES Llombai (bueno, yo ya estaba convencida de ello anteriormente). Los jóvenes saben pensar, quieren mejorar y su indignación está traspasando fronteras y ya era hora. Vergüenza nos tendría que dar a muchos de los que nos consideramos adultos. Y más vergüenza si cabe, porque los padres no estamos moviéndonos por y para ellos. Todavía hay de los que piensan que son una panda de “perro flautas” como he oído por ahí o que no quieren estudiar y por eso están por las calles armando “bulla”. Tres de mis nueve sobrinos ya son universitarios, dos pre-universitarios, una está terminando la ESO y un par Primaria, os puedo asegurar que ninguno de ellos es un ni-ni, todos han estudiado en colegios públicos y probablemente han vivido el auge de la enseñanza porque alguien anteriormente a ellos se movilizó para conseguirlo. Por eso ahora, ellos también se mueven y yo con ellos.
Orgullosa también de tener un marido profesor de secundaria, bachiller y ciclos y de ver que los fines de semana y día a día trabaja preparando las clases de la semana; orgullosa de ver que él a cada chico o chica los considera personas, no borregos a los que adoctrinar, ni máquinas a las que programar para producir; orgullosa de ver que los años en los que ha tenido que llevar un grupo de PDC o PQPI han sido sus mejores años y más duros al mismo tiempo porque para él han sido un reto y ha conseguido grandes cosas con sus alumnos y alumnas, como por ejemplo: motivación, complicidad… Y no porque mi marido sea una especie en extinción, ni haya venido de Marte, como él, hay miles y miles de profesores, vocacionales y comprometidos con los chavales y todavía hay quien los está considerando como vagos y maleantes ¡Pues de todo habrá! Como en todas partes.
Por favor, no más enfrentamientos, los padres hemos de movernos en la misma dirección que los maestros y hemos de hacerlo ya, por nuestros hijos e hijas, por el futuro.
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ResponderEliminarHablo desde la cuenta de la asociación pero a título individual, pero creo que mis compañeros y yo sólo podemos agradecer sus palabras y decirle que es un placer leer a algunos padres que creen en sus hijos y en una sociedad que pueda progrresar sin necesidad de cargarse el futuro de los más jóvenes y mirando algo más a los demás.
ResponderEliminarVíctor.